La lesión medular puede afectar gravemente la función del cuerpo y el movimiento. Se produce cuando hay daño a la médula espinal, estructura cilíndrica que contiene tejido nervioso que conecta el encéfalo con el resto del cuerpo.
Cualquier daño, ya sea congénito, asociado a otras patologías neurológicas o muy adquirido por causa traumática, comporta una interrupción de este circuito, dando alteración en la sensibilidad, en la motricidad y en la función autónoma (respiración, trato uroginecológico, intestinal, termoregulación, …).
Qué es la lesión medular
La lesión medular es una afección que se produce cuando hay daño a la médula espinal, un conjunto de nervios que se encuentra en el centro de la columna vertebral y que es fundamental para la función del cuerpo y el movimiento.
Una lesión medular puede ser completa o incompleta, dependiendo de la cantidad de daño que se haya sufrido. Las lesiones medulares pueden ser causadas por traumatismos, como un accidente de coche o una caída desde una altura, o por enfermedades, como la esclerosis múltiple o el cáncer.
Síntomas de la lesión medular
Los síntomas de una lesión medular pueden incluir:
- Debilidad o parálisis en una o ambas piernas
- Alteraciones de la sensibilidad
- Dificultad para controlar la vejiga y los intestinos
- Problemas con el equilibrio y la coordinación
- En algunos casos, la lesión medular también puede afectar los órganos internos, como el corazón o los pulmones
Tratamiento con fisioterapia neurológica
La fisioterapia es una parte básica del tratamiento de la lesión medular. Un fisioterapeuta especializado en neurología puede ayudar a recuperar la funcionalidad del cuerpo y a mejorar la capacidad del paciente para hacer las actividades diarias.
El tratamiento de la lesión medular suele incluir una combinación de terapias físicas y ocupacionales. La terapia física se centra a mejorar la fuerza y la movilidad, mientras que la terapia ocupacional se centra a mejorar la capacidad del paciente para realizar tareas cotidianas, como vestirse y ducharse. En algunos casos, también se pueden utilizar dispositivos de asistencia, como muletas o sillas de ruedas, para ayudar al paciente a moverse.
Es importante recordar que la recuperación de una lesión medular puede ser un proceso largo y requerir mucho esfuerzo y determinación. No obstante, con la ayuda de un equipo de profesionales de la salud y el apoyo de la familia y amigos, muchas personas con lesión medular pueden volver a llevar vidas llenas y activas.
Primero tendremos que preguntarnos:
¿se trata de una lesión completa o incompleta?
En el primer caso, encontramos sensibilidad y movimientos voluntarios por debajo del nivel de la lesión; la terapia se dirigirá a buscar estrategias de compensación de cabeza y brazos buscando la funcionalidad.
En el segundo, ayudaremos a la estimulación de las partes afectadas y su reorganización plástica a través de generar demandas al paciente, previniendo compensaciones o exceso de esfuerzo que puede desencadenar espasmos.
Tratar la alteración de la sensibilidad es importante y siempre tendremos que valorar los diferentes tipos de sensibilidad:
- Térmica
- Vibratoria
- Presión
- Peso y consistencia
- Reconocimiento de objetos
- Reconocimiento de las posiciones del cuerpo (sinestesia)
Para normalizar la sensibilidad estimularemos las áreas corporales a trabajar a través de los diferentes sentidos, especialmente el táctil-cinestésico y del equilibrio. Al aumentar la percepción se establecen conexiones nerviosas y con esto aumenta la cantidad y calidad de la respuesta motora.
Durante el tratamiento de la lesión medular, además, nos planteamos diferentes posiciones en las cuales trabajar y favorecer así la activación selectiva o inhibición de determinados grupos musculares.
La neurorehabilitación tratará de activar el control postural que se pueda esperar en tronco, trabajará el equilibrio, transferencias, la capacidad de hacer pasos o andar, la parcial o total utilización de brazos…
En el Centro disponemos de ayudas técnicas como bastones y caminador para trabajar la bipedestación o marcha durante la sesión.
Mediante técnicas como la Neurodinámica mejoraremos la mecano-sensibilidad del tejido nervioso, la funcionalidad y espasticidad.
En resumen, la neurorehabilitación ayuda en:
- Control postural
- Alteración sensibilidad y percepción
- Estimulación de movimiento y calidad de la respuesta motora
- Liberación de las estructuras neuromusculoesqueléticas
- Tono y fuerza muscular
- Función autónoma
- Manejo y prevención de UPP
Prevención de lesiones medulares
Para prevenir lesiones medulares, es importante tomar medidas de seguridad, como el uso de cinturones de seguridad al conducir y la adopción de medidas de seguridad a casa y en el puesto de trabajo. También es crucial llevar un estilo de vida saludable, que incluye hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable. Además, es crucial protegerse contra enfermedades que pueden dañar la médula espinal, como el cáncer y la esclerosis múltiple.
Has sufrido una lesión medular? Reserva cita para la primera sesión de fisioterapia neurológica.