En los últimos años, la edad de la primera gestación en la mujer ha experimentado un aumento, en consonancia con los cambios en las dinámicas sociales y en el papel de la mujer en la sociedad.
Cada vez es más habitual que mujeres cercanas a los 40 años se acerquen a consulta con la ilusión de ser madres, pero también con la frustración de que el embarazo no llega tan fácilmente. Muchas familias intentan concebir de forma natural y, en algunos casos, recurren a la reproducción asistida. Sin embargo, estos tratamientos, aunque pueden ser de gran ayuda, no siempre ofrecen los resultados que se esperan.
En este camino, la Medicina Tradicional China (MTC) puede convertirse en un soporte interesante. Con su enfoque integral y holístico, se orienta tanto a preparar un terreno fértil en el organismo materno como a fortalecer la calidad seminal en el hombre. No se trata de sustituir la medicina reproductiva, sino de acompañar al proceso: ayudar al cuerpo a estar en mejores condiciones, favorecer un entorno más equilibrado y cuidar también la salud reproductiva del hombre. En algunos momentos, este soporte extra puede marcar la diferencia.
Mediante la estimulación de puntos específicos a través de agujas muy finas de acupuntura, se facilita la mejora de la calidad de los ovocitos y el fortalecimiento del cuerpo de la futura madre, a la vez que se potencia la vitalidad y la calidad del esperma en el futuro padre. La MTC no se limita únicamente a la concepción, trabaja también aspectos emocionales y energéticos que influyen en el proceso de fertilidad, ayudando a disminuir el estrés y la ansiedad, factores que pueden dificultar el embarazo.
Durante la gestación, si la paciente presenta síntomas como náuseas o fatiga generalizada, la MTC dispone de herramientas terapéuticas que permiten aliviar estas manifestaciones. Asimismo, en los casos en que el feto se presenta en posición podálica en las últimas semanas, existen protocolos de estimulación que pueden facilitar su rotación. También se pueden aplicar técnicas para favorecer un parto sin complicaciones, acompañando de forma respetuosa los cambios naturales del cuerpo en cada fase.
Posteriormente, la MTC ofrece tratamientos específicos para estimular la producción de leche materna en casos de hipogaláctea, así como para favorecer la recuperación de la vitalidad de la madre después del parto. Este acompañamiento resulta valioso no sólo a nivel físico, sino también en el plano emocional, ayudando a la madre a transitar con mayor serenidad un momento tan exigente como el posparto.
Si desea recibir más información sobre cómo la Medicina Tradicional China puede acompañarla en las diferentes etapas del embarazo, no dude en ponerse en contacto con nuestro centro.
No. La MTC no busca reemplazar a la medicina reproductiva, sino actuar como complemento que favorece que el cuerpo esté en mejores condiciones para recibir y sostener un embarazo.
Sí, siempre que se realice por profesionales cualificados. Se utilizan protocolos específicos adaptados a cada etapa de la gestación.
Lo ideal es iniciarlo unos meses antes de buscar el embarazo, de modo que el organismo disponga de tiempo suficiente para equilibrarse y prepararse. Sin embargo, también puede ser de ayuda en fases más avanzadas del proceso.
Sí. La fertilidad es un proceso de pareja y la MTC ofrece técnicas para mejorar la calidad del esperma, la vitalidad general y reducir factores de estrés que afectan al sistema reproductivo masculino.
Además de favorecer la recuperación física y energética, la MTC ayuda a prevenir estados de cansancio y puede apoyar la producción de leche materna en casos en los que ésta es insuficiente.