Como padres, esperamos con una ilusión inmensa cada nuevo logro de nuestro bebé. Desde la primera sonrisa hasta esos esperados primeros pasos, vivimos una auténtica montaña rusa de emociones.
A menudo, consultamos tablas y guías para saber si nuestro hijo «va en tiempo». Pero aquí va el secreto más importante: cada niño es único y tiene su propio ritmo. 💖
Las guías de desarrollo son exactamente eso, «guías». Son un mapa general, no un cronómetro estricto. La teoría nos da un promedio, pero la práctica nos muestra que cada niño tiene su propia personalidad y su propio calendario de maduración.
Desde la fisioterapia, más que obsesionarnos con cuándo logra un hito, nos centramos en cómo lo hace. ¿Se mueve de forma simétrica? ¿Cómo resuelve los pequeños retos? La calidad de ese movimiento nos dice mucho más sobre su desarrollo neurológico que la fecha exacta en que lo consigue.
Desde Bodhivita, nuestros fisioterapeutas pediátricos en Sant Andreu (Barcelona) acompañamos cada etapa con una mirada clínica, respetuosa y cercana.
Un Paseo por las Grandes Etapas
Veamos las etapas principales, no como una lista de tareas, sino como un proceso de construcción.
1. Los Cimientos (0-12 meses): Construyendo la Base
Este primer año es la base sobre la que se construye todo. Aquí se consiguen los pilares:
- El sostén de la cabeza (control cefálico).
- Los giros (volteos), descubriendo cómo mover su cuerpo.
- El sentarse (sedestación), que libera sus manos para explorar.
- El gateo, una etapa crucial para coordinar los dos hemisferios del cerebro, la visión y el tacto.
- Los primeros pasos con apoyo
2. La Explosión (1-2 años): ¡El Mundo es Mío!
¡Aquí empieza la verdadera exploración! El niño ya no es un bebé, es un «toddler» (niño que camina).
- A nivel motor grueso: La marcha se perfecciona. Pasan de caminar con los pies separados y los brazos arriba, a una marcha más segura. Empiezan a agacharse para coger un juguete sin caerse, a subir escaleras gateando (¡o incluso de pie con ayuda!) y a chutar una pelota.
- A nivel motor fino: Sus manos son más hábiles. Pueden hacer torres de 2 o 3 cubos, pasar las páginas de un cuento (varias a la vez) y empiezan a garabatear con un lápiz.
- Señal de calidad: Buscamos que esta exploración sea activa, curiosa y que use ambas partes de su cuerpo por igual.
3. La Autonomía (2-3 años): ¡Soy Capaz!
En esta etapa reafirman su independencia. ¡Lo quieren hacer todo solos!
- A nivel motor grueso: Caminan y pueden correr. Es la etapa de saltar (primero en el sitio, luego con los dos pies), subir y bajar escaleras solos (aún poniendo los dos pies en cada escalón) y trepar a los sofás o muebles bajos. Su equilibrio mejora.
- A nivel motor fino: La precisión mejora muchísimo. Pueden hacer torres de 6 o más cubos, sus garabatos se vuelven más controlados (pueden imitar un trazo vertical u horizontal) y empiezan a querer usar la cuchara o el tenedor solitos, aunque se ensucien.
- Señal de calidad: Vemos cómo resuelven problemas motores más complejos. ¿Cómo se suben a esa silla? ¿Cómo abren esa caja? Empiezan a planificar el movimiento.
Tu Intuición Manda: ¿Qué hacer si algo me preocupa?
Es normal comparar y, a veces, dudar si vemos que nuestro hijo va a otro ritmo. Si notas que algo te inquieta (por ejemplo, que siempre usa solo un lado del cuerpo, que se cae muchísimo más que otros niños, que está muy «blandito» o muy «rígido», o que no muestra interés por moverse o explorar), tu intuición es la herramienta más poderosa.
Esa intuición es el primer paso. El siguiente, y fundamental, es consultar con vuestro pediatra. El pediatra, junto a otros profesionales sanitarios, es la figura clave que puede identificar o diagnosticar el origen de esa alteración, si no se ha identificado previo o desde el momento del nacimiento, descartar otras causas y poner nombre a lo que puede estar ocurriendo.
Paralelamente a ese diagnóstico y seguimiento médico, es donde entra la fisioterapia que en muchos casos trabaja en colaboración con otras disciplinas como la logopedia, la psicopedagogía o neuropsicología. Es importante saber que cuando se identifica algún tipo de alteración o retraso en el desarrollo, existe una estrategia maravillosa: la estimulación del neurodesarrollo. Nuestro papel como fisioterapeutas es acompañar estos procesos y, a través del juego y estrategias específicas, ayudar al niño a mejorar y alcanzar su máximo potencial.
En Centre Salut Bodhivita disponemos de un servicio de Fisioterapia Pediátrica especializado precisamente en esto. Si tienes dudas, nuestros fisioterapeutas pediátricos en Sant Andreu (Barcelona) están disponibles para valorar, orientar y acompañar a tu familia.
¿Qué hacemos en la fisioterapia pediátrica?
No se trata de «acelerar» al niño ni de forzarlo a hacer algo para lo que no está preparado. Nuestro trabajo consiste en:
- Valorar y Entender: Primero, evaluamos al niño de forma global para entender por qué ese hito le está costando.
- Jugar para Avanzar: Creamos un plan de estimulación totalmente basado en el juego. El juego es el lenguaje del niño y la herramienta más potente para crear nuevas conexiones neuronales.
- Guiar a los Papás: Esta es la parte más importante. Os ayudamos a vosotros, los papás, a entender cada etapa y os damos las herramientas y estrategias para que podáis participar activamente en el proceso desde casa, con confianza y seguridad.
El Viaje es lo Importante
El desarrollo de tu hijo/a es un viaje único. Disfruta de cada etapa, celebra sus logros (grandes o pequeños) y confía en su increíble potencial.
Y recuerda, si en algún momento del camino sientes dudas, no estás solo. En Bodhivita estamos para acompañaros y guiaros, asegurando que vuestro hijo tenga la mejor base posible para un futuro feliz y funcional.
Consulta nuestro servicio de fisioterapia pediátrica o contacta con nosotros para resolver tus dudas.
Cristina Alonso
Fisioterapeuta colegiada 10546
Máster Fisioterapia Pediátrica
Posgrado en Pediatría integrativa
